Los niños no son solo adultos pequeños. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a los huesos y las articulaciones de los niños, y los problemas que pueden tener con su sistema musculoesquelético. Un cirujano ortopédico pediátrico es un médico que se ocupa de los niños con problemas musculoesqueléticos. Es decir, cualquier niño con un problema o enfermedad ósea, articular o muscular, así como ciertos problemas y enfermedades nerviosas. Estos cirujanos pasan cinco años después de haber terminado la carrera de medicina aprendiendo sobre ortopedia, y luego pasan otro año concentrándose en los problemas y necesidades especiales de los niños. Un ortopedista pediátrico es el médico mejor formado y con más experiencia para evaluar y tratar de manera adecuada los problemas óseos, articulares o musculares de un niño en crecimiento. Si su hijo tiene algún problema en los brazos, las piernas, las manos, los pies o la columna vertebral, un ortopedista pediátrico podría ser el médico más adecuado al que acudir.
Algunos ejemplos de casos que tratan los cirujanos ortopédicos pediátricos incluyen:
- Anomalías en la forma de caminar de los niños
- Diferencias en la longitud de las extremidades
- Deformidades presentes al nacer, como pies equinovaros o zambos y caderas dislocadas
- Trastornos del movimiento, como la parálisis cerebral
- Deformidades que se desarrollan más tarde en la infancia, como la columna vertebral curvada (escoliosis)
- Lesiones derivadas del deporte y el atletismo
- Rotura de huesos u otras lesiones traumáticas
- Infecciones en los huesos o las articulaciones
- Tumores en los huesos